viernes, 25 de abril de 2014

Existir

Estaba adentro de la cabaña sentada en el sillón hojeando las ultimas paginas de "el mundo de Sofia". El sol, con ayuda de la sombra, dibujaba en donde podía las puertas; las ventanas y creaba algunas figuras amorfas en donde le daba la gana. Había un suave y delicioso viento cálido. Escuchaba la vibración de un plato volador que sonaba gracias a las manos humanas que lo hacían real. 
Me senté en las escaleras. En frente, en un parque inmenso debajo de los arboles frutales,varios pavos se disputaban los frutos maduros del manzano. 



Uno o dos pavos subieron para mordisquear desde arriba. Quizá por accidente o solidaridad tiraban algunas manzanas a la otra parte del grupo que había decidido comer las manzanas que les caían del cielo. Los miraba masomenos a 3 o 4 metros de distancia. Me preguntaba si les importaba.