jueves, 8 de abril de 2010

Rojo ladrillo, rojo sandia, rojo mosqueta, rojo rocoso, rojo La Rioja

Los colorados, una quebrada que atraviesa grandes montañas rocosas, uno de los caminos de corniza mas vertijinoso que estuvmos hasta el momento, in cre i ble.





Rompiendo nuestra promesa de no llegar mas de noche a destino es como pasadas las 9 de la noche llegamos a Chilecito, La Rioja. Por supuesto que romper una promesa tiene un precio, en este caso pagamos con la peor noche de la chancha hasta el momento.
Que es una mala noche? Si viviera en una casa diría que podría ser escuchar los gritos de los vecinos en la pelea por el monopolio del control remoto de la tele o que dos adolecentes que viven enfrente torturen todo el domingo con el heavy metal a todo volumen o que me despierte el olor a hamburguesa del pibe que vive abajo que llego a la madrugada de bajón, pero no fue el caso.
Al ratito de llegar y después del clásico debate para decidir donde parar, encontramos el estacionamiento, al aire libre, de un hostal del A.C.A. en donde muy amablemente nos permitieron estacionar. Calor Riojano pegajoso y bichos de varios colores anticipaban una noche difícil pero después de un par de vuelteretas logramos dormir "y mañana será otro día". Un par de horas después a escasos metros nuestros, en un auto, se enciende dos parlantes regaetoneros que a baúl abierto hacían vibrar el colchón, sin exagerar. Sensación similar al tumb tumb constante que te perfora el cerebro que todos los que nos quedamos dormidos en algún boliche de adolecentes conocemos y recordamos con fastidio. Resignados como cuando abrís un huevo de pascua y te viene sin sorpresa adentro, huimos unas cuadras más lejos de aquel infierno regaetonero, terminando en una cuadra más alejada pero con el ineludible ruido de las endemoniadas motitos sin escape que incesantemente se hacían oír ese sabado a la madrugada. Mientras un ojo dormía el otro observaba con resignación como las calles angostas de casas bajas se empezaban a iluminar de a poco a medida que el sol mostraba el osico.

Gracias a la heladería más rica y barata del país... en realidad de lo que estamos seguros es que es la mas barata, al dia siguiente luego de tres horas a puro dulce de leche con almendras y wi fi logramos por fin actualizar el blog y para coronar las heladeras (entiéndase las chicas que sirven el helado) nos compraron un bolso cada una. Con la panza fría y el bolsillo contento fuimos hasta un camping en Rio Oro para esa noche si, dormir a pata suelta, boca abierta y si era posible roncar también.


Asi lo indicaba el cartel : "Rio Oro o Amarillo"

Otro de nuestros anfitriones en esta provincia fue Aimogasta, pueblo en donde ya con la experiencia anterior buscamos un lugar tranquilo sin adolecentes sedientos de música. Así en un barrio residencial silencioso nos disponíamos a pasar la noche sin complicaciones. A la 1:07 de la madrugada alguien nos golpea la ventana, nos asomamos pensando que tal vez sería algún vecino que se había quedado sin azúcar como en las películas pero nos llamo la atención que estuviera vestido de policía. La cuestión es que cuando nos despabilamos y nos situarnos en el planeta tierra nuevamente nos encontramos que un vecino se asusto con nuestra presencia y llamo a la policía. Suponemos que pensaron que personas con un mapa pegado en la camioneta diciendo que viajan a Alaska, no eran normales o que tenían ideas rara, lo cual es cierto pero lo que se ve que no sabían es que somos inofensivos. Mas que manguear una ducha y aceptar gustosos invitaciones a comer no hacemos.
Con lagañas en los ojos, baba en la papada e inclusive en la mejilla demostramos ante las autoridades que no estábamos planeando ningún plan siniestro para conquistar el mundo pinky.. Por lo que nos ofrecieron que paremos enfrente de la comisaria (viajeros pensaron, comisaria = baños) que había un terreno baldío tranquilo donde pudiamos dormir y asi fue.


Lo mas cerca de un 5 estrellas que estuvo la Chancha... hasta el momento.
Se aceptan invitaciones!

Aceitunas + aceitunas + aceitunas = La Rioja


Así fueron algunos de nuestros tranquilos y felices días en La Rioja, no tanto las noches...
Les mandamos besos con chocolate de huevos de pascua todavia en los bigotes y abrazos de oso para todos!

2 comentarios:

  1. Hola chicos, se están poniendo al día con Wi Fi, me parece bárbaro ya que todo lo que cuentan es hermoso. Cual es la próxima parada.
    Un abrazo a los dos

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  2. hola chanchos! como estan? soy un simple viajero que los vio timidamente en merlo san luis , si , ese que les grito "vamos la chancha eh!" jajaj muy reconocible.
    queria saber por donde andaban ya que yo me tuve que anclar en la city porteña pero prossimamente me expulse como lo hace ultimamente.
    salu y estamos en contacto de corazon a corazon viajero . martin.
    martos@argentina.com

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