viernes, 25 de abril de 2014

Existir

Estaba adentro de la cabaña sentada en el sillón hojeando las ultimas paginas de "el mundo de Sofia". El sol, con ayuda de la sombra, dibujaba en donde podía las puertas; las ventanas y creaba algunas figuras amorfas en donde le daba la gana. Había un suave y delicioso viento cálido. Escuchaba la vibración de un plato volador que sonaba gracias a las manos humanas que lo hacían real. 
Me senté en las escaleras. En frente, en un parque inmenso debajo de los arboles frutales,varios pavos se disputaban los frutos maduros del manzano. 



Uno o dos pavos subieron para mordisquear desde arriba. Quizá por accidente o solidaridad tiraban algunas manzanas a la otra parte del grupo que había decidido comer las manzanas que les caían del cielo. Los miraba masomenos a 3 o 4 metros de distancia. Me preguntaba si les importaba. 

De a poco me iba acercando. Lentamente, paso a paso. Parecía que no se inmutaban pero igual de lento se iban corriendo. A poca distancia del lugar se escucharon varios tiros y unos ladridos. Los pavos no estaban suficientemente gordos pero seguro habría algún ciervo desprevenido.
Yo no era mas que una amenaza para esos pavos sin dios. Compartimos el mismo mundo físico. Yo puedo verlos y ellos también pero ellos me tienen miedo. 
Mientras los miraba pensaba en esos dos pavos que estaban arriba eligiendo las mejores manzanas, comiendo algunas, tirando otras. Los pavos naturalmente no se subían a los arboles pero todos los años el pasto y todo el paisaje se quema por el sol. No llueve ni una gota. El agua es un deseo demasiado imposible para estos días. Al pasar los años la sequía fue durando cada vez mas y los pavos no podían darse el lujo de no animarse a llegar a la copa del árbol. Un día, uno de ellos muerto de hambre casi moribundo vio una cosa redonda en el piso. Después de un rato vio que esa cosa redonda caía de varios metros arriba de su cabeza. No estaba lejos pero para sus limitaciones estaba tan lejos como el cielo turquesa. Supongo que no le habrá importado que no volaba. Su propio hambre o la de su cría lo expulsaron de un tirón hasta lo mas alto que podía llegar.
No se si sabe que va a morir. No se si sabe de la muerte. No se si piensa. Se que Siente que su muerte puedo ser yo cuando me voy a acercando. Sabe que ahí termina todo y prefiere seguir comiendo manzanas y siendo parte del todo. 
Hay algo en nosotros que me recuerda al pavo. Saber de la muerte. Sentir que esta en todas partes pero ser tan valientes de seguir queriendo llegar a la manzana. Hay algunos que llegaron a la manzana. Hay otros que miran cómodos desde abajo esperando que caiga.
Algunos pavos siguen existiendo esperando que caiga la manzana. Hacen lo "que tienen que hacer". Otros se animan a lo imposible. Todxs creamos nuestra propia existencia.

















"Existir es crear la propia existencia" jean paul sartre.



Las fotos son de un ojo amigo. Cona Herrera Herber

4 comentarios:

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  2. ¿Por dónde andan amigos? Ojo que yo fuí quien llevé las zapatillas al aeropuerto y también eliminé elementos preventivos de la cama pasional en Isla Margarita he!
    Eternamente agradecido por el préstamo del GPS casinero.
    Les deseo toda la suerte del mundo y ojalá puedan contestarme.
    Eduardo Penedo.

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  3. Guau! hermosas fotos y hermosa forma de pensar.

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