viernes, 23 de abril de 2010

Entre los cerros Ambato y Ancasti

Fuimos dejando atardeceres en caminos colorados y comenzamos a arrimarnos al lugar donde planeamos estar uno o dos días, que como siempre se transformaron en muchos más, en este caso siete.
Pisamos San Fernando del Valle de Catamarca y además de los cientos de adolecentes escolares transitando las veredas aparece el infaltable embotellamiento de transito de la ciudad.



Caminando por una de las céntricas calles Catamarqueñas vemos el cartel “Diario Ancasti”, punto que se convirtió en la primera parada. A esta altura ya habíamos tenido algunas entrevistas en radio, situación que seguía generando esa incertidumbre que te hace vibrar la panza pero de alguna manera nos empezaba a resultar más familiar. Ahora, entrar a la redacción de un diario y que un periodista nos entreviste?? Eso si realmente nos resultaba ajeno. Afortunadamente ya el viaje nos había empezado a enseñar algunas cosas, empujados a veces por la necesidad y dejando de lado la vergüenza y esos miedos inútiles que paralizan entramos a las oficinas del Ancasti y encaramos a la recepcionista, que siempre con una sonrisa nos escucho dos minutos contar desordenadamente nuestra historia y en cuanto hicimos un silencio, levanto el teléfono y solo dijo cuatro palabras las cuales dibujaron una sonrisa en los viajeros en busca de retazos de telas para sus artesanías : “Yamile, tenes una nota”.
Así conocimos a Yamile, periodista, que después de una charla con varias preguntas y grabador en REC nos dijo que mandaría al fotógrafo.
Quince minutos antes no se nos hubiera ocurrido que un diario como El Ancasti nos prestaría atencion porque creíamos que habría muchos motivos por los cuales no hacerlo sin embargo animarnos golpear la puerta del diario es como varios días después en hoja blanco y negro apareció nuestra nota. Sin lugar a dudas, para nosotros lo mejor de todo esto es la alegría de una vez mas animarse, perder el miedo y así conseguir aquello que equívocamente creemos imposible pero que está ahí esperando que nos animemos a vivir.
Capítulo aparte fue el de la Familia buscando la nota en la versión digital del diario, aquí un testimonio :
Naty, Pato!!!Qué bueno tener noticias de Uds!!!
Ya ví la nota en El Ancasti, luego de pasar por las de dos jóvenes asesinados, dos policías alcoholizados que colgaron un auto de un poste (parece un blooper) se me ocurrió el buscador puse la Chancha viajera y me aparecieron mas de 10 links de la Chancha Frias y Sergio Martinez, que se les cayó la coartada están en cana y qué se yo. Entonces probé con Patricio y sí!!! entre los festejos de San Patricio estaban Uds.
J.J.F.
Luego de un intento vender sueños convertidos en vinchas en el centro, se hicieron las 10 de la noche y como en toda cuidad llego la hora de buscar un cálido lugar para dormir. Un par de vueltas nos llevaron a golpear la puerta de los Bomberos a quienes les agradecemos profundamente la buena onda y solidaridad; a Ariel y a todos los bomberos que durante nuestra larga estadía nos hicieron un lugar en su casa.



Los Bomberos : Gente especial, coleccionistas de anécdotas que arriesga y trabaja los 365 del año, siempre disponibles ante cualquier llamado, desde bajar el gatito de la señora que quedo atrapado en la copa de una árbol, pasando por todo tipo de incendios y accidentes hasta sacar un anillo trabado en el dedo de un adolecente.
Increíble pero cierto, gran porcentaje de las llamadas que reciben, son cargadas de algún Bart Simpson aburrido y muchas otras de grandulones, ocupando absurdamente una línea destinada a urgencias. Mientras éramos testigos de ese teléfono rojo que no paraba de sonar en la oficina de guardia, una de las tantísimas historias que nos contaron fue la de un niño de aproximadamente 10 años que siempre llamaba de su casa diciendo que se incendiaba algo, luego de varios llamados de este mismo número los bomberos detectaron que era un niño haciendo bromas pesadas y dejaron de prestarle atención. El caso fue que como el cuanto del lobo un día realmente se le incendio la casa pero ya nadie le creyó. Igualmente gracias a la solidaridad de los bomberos que escuchan a todos los llamados el incendio no llego a mayores.
Así se fueron dando los días en la ciudad calurosa que nos catapultaba hacia sus alrededores: Las pirquita, La puerta, El Rodeo o Isla Grande, tremendo arroyo profundo y rápido que daba al dique, enorme e imponente.

Rodeo
Sorprendió Catamarca, a tan solo unos kilómetros de la capital: Agua, microclima y paisajes increíbles.
Buenas ventas en “Manzana de Turismo” donde además trocamos vinchas por frutas y verduras, el segundo mejor trueque después de aquella inolvidable trucha ahumada de Córdoba.
Marta teje fantasias arriba del capottt


Un bombero convertido en metal fusionado.
El trato fue, ducha por lavada de platos.

La Puerta







A todos los que nos compran un bolso, vincha, billetera, remera , accesorios, a los que nos dieron desinteresadamente retazos de tela o cuerina, los que nos dieron espacio en su radio y a todos aquellos que nos tiraron buenísima onda después de ver la nota del diario les queremos agradecer hasta Alaska y más. No se dan una idea lo que ayudan a llenar ese tanque glotón de la Chancha.

2 comentarios:

  1. Hola chicos como verán los sigo día a día y aunque no digan que escribieron siempre me fijo y cuando aparecen con algo nuevo ¡QUE ALEGRÍA!.los quiero mucho y les deseo lo mejor, que vendan mucho, que alimenten a la Chancha sin problema y se acuerden de todos nosotros como nosotros a Uds.
    Felicidades!!!!!

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  2. HOLA CHICOS:
    NO SE COMO ENCONTRAR EL PASO DE UDS. POR SALTA.
    ME HUBIESE GUSTADO QUE REFLEJARAN SUS VIVENCIAS EN UN LUGAR DESDE DONDE SE LLEVARON EL CARIÑO Y EL AUXILIO DE LA GENTE.
    LES DESEO QUE SIGAN ESTE FELIZ VIAJE CON EXITO.
    MIGUEL ANGEL GILIBERTI
    PERIODISTA DE RADIO MAXIMA

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