Tengo una buena estrella

Portobelo

Se viene la cebada de mate con el kilo de yerba caido de los cielos de Argentina y la historia del paso a la CentroAmerica

La mateada comienza allá por comienzos de diciembre cuando desembarcó de un gigantologico barco la triunfadora chancha. Bajó toda su carrocería intacta a no ser por un pequeño chanchito celeste ecuatoriano que nos acompaño posado en la luneta y cuando volvimos a saludar a la chancha después de 7 días de haberle dado el último abrazo el chanchito inesperadamente había desaparecido.
Creemos que quiso conquistar nuevos rumbos y no se banco la visita centroamericana. Quizá este por el continente asiático o por Aldo Bonsi.

Al chanchito lo olvidamos rápido, No es que no lo queríamos tanto pero frente a la intacta chancha entregada en mano en el puerto de manzanillo no hicimos más que abrazarnos y entender que una nueva etapa estaba al instante de comenzar.

Para poder recibir a la chancha necesitabamos algun lugar donde quedarnos. Conocimos a Stijn mediante la pagina couchsurfing. Nos hospedo los dias que pisamos Colon. Queriendo devolver su hospitalidad le cocinamos unas ricas comidas y unos suculentos postres que supo aprovechar saboreandolos hasta el ultimo bocado.

Gracias a Stijn pudimos permanecer en la ciudad de Colon sin que esto sea un pesar. Nos dio una mano gigante y se lo agradecemos de aca a la china.

Stijn es belga, se recibio de ingeniero y le salio un trabajo en la ampliacion del canal de panama.
El piensa trabajar unos meses, pero solo algunos para despues salir a aventurarse en los caminos.

Isla Grande

Ciudad de Panama

Molas de la comunidad indigena Kuna Yala

La otra parte de la ciudad

Inesperadamente un llamado golpea a nuestro Nokia 1600 sin tapa en la parte de la batería, con chip panameño: Digicel y repica sin parar. Hasta que de pronto la voz se hace escuchar y es la mágica sorpresa que dice que en unos días salimos en avión a Argentina.

Sorprendente y supercalifragilistico escuchar tal novedad. Nosotros con los papeles del puerto, pisando suelo panameño y sin entender más nos dicen que en una semana volamos a Argentina. La familia nos hace un regalo y en menos de una semana estamos en suelo porteño visitando ademas, la hermosa costa atlántica con mares que amamos aunque sean fríos y marrones. Fueron días fugases comiendo a mas no poder, visitando a lo loco y tantas emociones. Los 15 días nos pasaron requete volando. Tanto que ya extrañamos de nuevo, y mas que antes o menos no sabemos pero que extrañamos….extrañamos.

Por suerte nos pudimos abastecer de algunos alfajores, unos vinitos de los regaleros de August y Mari y tantas otras cosas más que fueron repartidas en el grupo argento.

Al llegar a Panamá nos encontrábamos con los súper fantásticos de la paloma. Ellos completamente compenetrados en el mundo pesquero. Sacando cuanto atún se interponía en su camino. Mandando a la parrilla todo bicho que camina. Y sus pelos rubios cual naufrago TOM Hanks. Desde que los dejamos allá por 2011 en la ciudad cartagenera (20 dias atras) hemos encontrado bastante distintos esos cuerpos llenos de aventura que supieron iniciar nuevamente el arranque hacia bocas desconocidas.

Sale la paloma voladora y maneja sin parar tomando la delantera, con la chancha a su paso.

Día 24, noche buena pero agitada. Llegamos al pueblo Almirante donde salen los barcos a la isla colon (bocas de toro). Donde íbamos a encontrarnos con otras personas y amigos supersónicos también argentos: Bel y Jime, Mari y Gronzo, Un grupo espectante y nosotros, ya saboreando el reecuentro. No habían prometido nada pero se venia una comida sin precedentes.

Fuimos a los bomberos, a la policía, a ver a un señor de un restaurante que dicen que tenía un barco, seguimos a un flaquito que nos decía cualquier cosa menos que seguro cruzábamos. Nos querían cobrar 10.654 dólares cada uno. La misión ya estaba iniciada y el trasporte no llegaba.

Hasta que………….. por algún motivo, en algún momento apareció una gente que justo iba a la isla y se cruzaba. Así fue que tardamos el doble pero llegamos. A las 10 de la noche. Con las estrellas navideñas sobre nuestras cabezas. Con el mar caribe a todo nuestro alrededor y con la gente que queríamos, esa que nose pelea porque uno no lleva vitel toné, o porque uno quiere pollo con orégano y no con salsa pomarola. Con esos estuvimos ahí pasando esos días, que nunca nos preguntamos porque los festejamos, pero que simplemente la pasamos bien festejándolos.

Una linda velada se apodero de nosotros el día navideño y el primer día del 2012.

Para después de unos días ya era cosa de todos los días estar en Centroamérica. Nos paseábamos por las calles como si siempre hubiéramos sido parte de esos suelos.

La foto navideña: Vitel tonè

Bocas de Drago. Playa de las estrellas

Se vino el intercambio de casacas!

Bocas de Drago

Tan amistoso, tan calido, tan perfecto, tan polifasetico, tan guerrero, tan pero tan groso. Con ustedes.... El disco!!!! y con pastaflora adentro.
La proxima va para vos chunito!!

Playa Bluf. Olas asesinas

Salen las remeras de la chancha, con nuevo corte maestro y vincha de regalo, directo para suiza! nos volvimos internacionales. Gajes del oficio que se le va a hacer

Cayo Coral

No hay explicativo para estas fotos...

Tengo una buena estrella
que destella que me guía
brilla y me maravilla
un buen àngel me arrastra el ala
y no me desampara
y me cuida desde arriba

Y la foto del año es para .... Mila a la napolitana cena año nuevo!!!

Y despues de tanto festejo y comidas varias hasta llegar a la explosion del estomago, llego la sierra, y de la mano de la sierra: Boquete (No traducir al portugues)